El pasado, 23 de enero, se celebró el Día Internacional de la Escritura Manuscrita, y en España, a su vez, el 24 de enero, se celebró el Día de los Periodistas, en honor a San Francisco de Sales, quien vivió entre 1567 y 1622, doctor de la Iglesia, titular y patrono de la Familia Salesiana y patrón de periodistas y escritores.
«El origen de esta celebración, el día de la escritura a mano, se debe a la asociación estadounidense Writing Instrument Manufacturers Association (WIMA), que tiene como objetivo el enaltecimiento de la historia de la caligrafía. La caligrafía es letra escrita; la tipografía letra diseñada y ejecutada mecánicamente; y el lettering es letra dibujada, no escrita.
Desde hace tiempo el teclado, los dispositivos móviles, los programas de reconocimiento de voz y otras tecnologías han provocado que tengamos un estilo de vida cómodo con el que podemos prescindir de la escritura manuscrita casi en su totalidad. El tema es tan acuciante que ya en 2012 el diario alemán Bild le dedicó un número y publicó una portada editada por entero en letra manuscrita con el titular “¡Alarma! La escritura manuscrita se extingue”.
Sin embargo, la escritura manuscrita no desaparece, se reinventa.» [Leer más]
Fuente: Pliego Digital (Madrid, 29 de enero de 2017).
El motivo de esta entrada guarda relación con el taller de caligrafía que se impartirá en el CEIP Emilia Pardo Bazán, durante la semana cultural -en abril-, en el marco del Proyecto de Dinamización de la Biblioteca Escolar, que ha sido propuesto por la Comisión de Biblioteca, Las Trece Rosas, del AMPA del CEIP Emilia Pardo Bazán, y recientemente aprobado en la asamblea del pasado 23 de enero. Uno de los objetivos del centro escolar, para este curso escolar 2017/2018, es mejorar la expresión escrita entre el alumnado. Por esta razón, la comisión de biblioteca ha querido compartir con la comunidad educativa del Emilia la conmemoración de este día y la ilusión que tenemos puesto en esta acción que pretende fomentar la lectura, dinamizar la biblioteca escolar y despertar la curiosidad por la lectura desde edades tempranas.